¿Punción de médula ósea?
El objetivo de este procedimiento es obtener una muestra del lugar donde se fabrican las células de la sangre y estudiar sus enfermedades. También puede ser útil para descartar que las células de otros órganos estén invadiendo la médula (metástasis) o para estudiar determinadas infecciones (tuberculosis, hongos). Según la enfermedad sospechada se realizará un aspirado, una biopsia o ambos.
Información importante
¿En qué consiste la punción de médula ósea?
El procedimiento consiste en la punción y extracción de un poco de sangre (aspiración de médula ósea) del hueso, o bien la punción y obtención de un pequeño cilindro de hueso (biopsia de médula ósea). Las aspiraciones suelen realizarse en el esternón o en la creta iliaca (se obtiene muestra para extender en placas, realizar pruebas como citometría de flujo, cariotipo y estudios moleculares); las biopsias se realizan en la cresta iliaca anterior o posterior. Se realiza habitualmente con anestesia local en la cama del paciente, pero en ciertas ocasiones se puede hacer en el quirófano con sedación.
¿Existen riesgos en la punción de médula?
A pesar de la adecuada elección de la técnica y de su correcta realización, pueden presentarse efectos indeseables: 1.- En el momento de la aspiración puede sentir dolor en el lugar de punción (los pacientes lo describen como un tirón). 2.- En la zona donde se ha realizado la prueba, puede quedar un hematoma o moretón pasajero. Estas complicaciones, habitualmente, se resuelven con tratamiento médico (medicamentos, sueros, etc.), pero pueden llegar a requerir una intervención, en algunos casos de urgencia. Cabe recalcar que ningún procedimiento invasivo está absolutamente exento de riesgos importantes, incluyendo el de mortalidad, si bien esta posibilidad es bastante infrecuente.